Tras poner en serios aprietos a Freeman más de una vez, estos bichos se han instalado definitivamente en la Black Mesa y van a hacer todo lo posible por hacer la vida imposible a todo ser humano que viva en las instalaciones, incluyéndote a ti.

Recuerda: salta antes de que su sonido llege al punto más agudo o acabarás con los pelos de punta.

A estos les pasa lo mismo que a los HoundEye; los pasillos de la Black Mesa son un lugar perfecto para pasar unas vacaciones en la Tierra y no permitirá de ninguna manera que cualquier policía novato le chafe la fiesta.

No te acerques mucho a ellos, o te dejarán una buena marca en el pecho.

Son muchos más de lo que creías. El ejército desplazó una segunda tropa con soldados equipados con mejores armas y mucho más entrenados a la zona de los laboratorios en la que habían ocurrido los incidentes, y éstos tenian orden de asesinar a cualquier científico que quedara vivo mientras que el escuadrón anterior se encargaba de dejar la zona de Materiales Anómalos limpia de empleados molestos.

Éste es un viejo conocido de las cloacas de la BM; le gusta la oscuridad y los lugares húmedos.

A pesar de su aspecto de bicho-incapaz-de-dar-dos pasos-sin-tropezar, es bastante ágil y si tiene oportunidad de tirársete en encima no lo dudará un instante.

Tras varias horas de parasitismo del Headcrab sobre un científico, éste es el estado en el que queda la mezcla.

Pueden llegar a resultar bastante peligrosos, sobretodo si se te acercan lo suficiente como para alcanzarte con sus largas garras.

Éstos serán tus amigos durante el juego.

Cuida bien de ellos, ya que si alguien de ellos perece puede que la misión no se puede llevar a cabo con éxito, por lo que acabarías tu aventura en la Black Mesa.