Coge
la ballesta y, al caer la jaula, sal rápidamente y 'lidia' con el pececillo,
clavándole las flechas de tu ballesta en el lugar indicado.
Hecho esto, dirígete al fondo de la piscina, a la izquierda. Verás una
válvula. Ábrela y podrás entrar por la puerta. Prosigue tu camino hasta
llegar a otra piscina, en la que tendrás que tener cuidado de no caer
al agua, pues varios bichos como el de antes están esperando para devorarte.
Llega al final y salta por el hueco donde cuelga el cable, llevándote
una pequeña descarga.
Ahora estarás en una sala con varios pistones. Tira la caja y empújala
recta hasta el fondo para subir por las escaleras y ganar tiempo, pero
si quieres conseguir las bombas satchel, controla el mecanismo de los
pistones y salta de pistón en piston, procurando no morir aplastado. Llegarás
al sistema central de refrigeración, por el que tendrás que pasar a toda
velocidad. Para entrar a él deberás apretar el pequeño botón que se encuentra
a la derecha de la puerta. Al salir del sistema, continúa por los pasillos
plagados de aliens hasta llegar ascensor. Cógelo y sube hasta la superficie.
Allí
te encontrarás con un policía que inexplicablemente cae redondo ante tus
piés. Si te adentras más, verás un nuevo tipo de enemigo: los comandos
negros. Mata a todos los que veas y sube por la rampa para activar la
palanca de 'Surface Acess'. Entra por una de las puertas abiertas
y sigue por la puerta pequeña.
De pronto, algo impacta en tu estómago. Un tiro preciso te ha alcanzado
de lleno y te ha dejado inconsciente. Cuando vuelves a retomar el sentido,
te encuentras en una camilla, siendo transportado por unos marines...
con el objetivo de eliminarte definitivamente.
Te depositarán en lo que crees que es un pequeño almacén, pero que en
realidad es una unidad de compresión de materiales. Sube rápidamente por
las cajas hasta llegar al pequeño margen que sobresale en las paredes.
Una vez terminada la secuencia, pasa al otro lado de la unidad, donde
encontrarás el garrote. Rompe la ancantarilla que hay en el suelo y métete
por el conducto. |